El botulismo es una enfermedad de transmisión alimentaria (ETA), es decir, enfermamos por comer alimentos contaminados con la toxina botulínica.

Esta toxina es producida por la bacteria Clostridium botulinum que está presente en el suelo y en el agua, es resistente a las altas temperaturas y se desarrolla en medios pobres de oxígeno (como es el caso de las conservas).

Los alimentos envasados y esterilizados por técnicas deficientes, como puede darse en las conservas caseras o artesanales, son la principal causa.

También puede haber botulismo por inhalación o por infección a través de heridas, pero es otro tipo de enfermedad.

Osprera te acerca las recomendaciones para identificar los síntomas y evitar enfermarte.